
Los castigos más crueles fueron narrados por un policía que participó del horror de los autos de fe durante la ‘guerra sucia’ de la dictadura militar (1976-1983) en Argentina. Según narra este sujeto los verdugos caparon al subcomisario Ricardo Albareda –37 años, sospechoso de colaborar con la guerrilla- y luego engulleron una barbacoa frente a la víctima agonizante.
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