
Barack Obama, ha comenzado la semana de trabajo con una nueva comparecencia ante la prensa sobre el desastre del vertido de BP en el Golfo de México. El presidente de EE UU ha sido rotundo y no se ha andado con delicadezas. Si los responsables del mayor desastre ecológico en la historia de Estados Unidos violaron la ley tendrán que comparecer ante los tribunales de justicia.
Eric Holder, fiscal general , ha anunciado la apertura de una investigación criminal, con la participación de las agencias federales -entre ellas el FBI-, para determinar si hubo un "comportamiento ilegal", en el accidente y la posterior respuesta de BP al derrame que continúa sin control.
Obama acaba de anunciar la creación de una comisión independiente que investigue lo sucedido desde que el pasado 20 de abril una plataforma petrolífera propiedad de BP se hundiera bajo el mar tras un accidente aún sin aclarar. Desde esa fecha el crudo no ha dejado de brotar y los millones de litros derramados se cuentan por decenas (entre 80 y 150).
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