Las fuertes lluvias del domingo por la tarde en el pueblo guatemalteco de Nahualá han cobrado la vida de al menos 38 personas.
Los equipos de rescate lograron salvar a varias personas después de que el lodo sepultó a dos microbuses. Varios rescatistas murieron enterrados cuando volvió a caer lodo de la montaña por encima de donde habían estado excavando.
Este hecho se dio a 27 kilómetros de la capital, las rocas provocaron el cierre de ambas vías de la transitada carretera. Y hasta ahora, los derrumbes más críticos ocurrieron en rutas que de la capital que conducen hacia el oeste.
El mayor de los sucesos se produjo en el cerro “Las minas”, ubicado en el kilómetro 171 de la ruta Interamericana (oeste), el cerro se partió en dos, según dijeron los testigos, y donde los socorristas rescataron 22 cuerpos.
Allí murieron la noche del sábado pobladores de aldeas cercanas que habían acudido para colaborar, con palas y azadones, en la búsqueda de fallecidos en un primer deslizamiento horas antes.
El presidente Álvaro Colom y autoridades de la Coordinadora Nacional de Reducción de Desastres informaron que el total de fallecidos por el desastre de los últimos días ascendía a 36 y que habían 40 desaparecidos.
Álvaro Colom, dijo que se decidirá una eventual declaratoria de duelo nacional. Y que el efecto de las lluvias tendrá un considerable impacto en la economía nacional porque “afecta un área extensa” del territorio guatemalteco.
Colom solicito al Legislativo a que apruebe la ampliación presupuestaria por unos 162 millones de dólares para hacer frente a las emergencias que provocan las lluvias.
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