Para grabar su más reciente película “Black Swan” (“El Cisne Negro”), la actriz hollywoodense Natalie Portman se exigió físicamente al máximo. Ella tuvo que entrenar un año antes de la filmación y durante la misma para interpretar a una bailarina obsesivamente perfeccionista y con una fuerte personalidad.
Según una entrevista concedida al diario El Mercurio la actriz de “Closer” dijo “Fue el papel más físicamente demandante que he tenido. Empecé a entrenar un año antes y tuve que continuar entrenando a lo largo de la filmación, después de trabajar 15 o 16 horas diarias, lo que fue bastante extremo (...)”
Portman se tuvo que preparar para interpretar a “Nina”, la mejor bailarina de ballet de Nueva York. “No basta con que seas buena actuando, también tienes que tener esa técnica que es muy objetiva, sabes a lo que me refiero: tu giro en la punta de tus pies y el ángulo de tus piernas es todo lo que importa”, narró la actriz.
Recordemos que la danza no es un arte del todo desconocido para la actriz. Portman estudio ballet a los 13 años, cuando ganó el papel que inició su carrera internacional por interpretar a una niña que busca la protección de un asesino a sueldo en “El profesional”.
En cuanto a su decisión de aventurarse con este personaje que le exigía demostrar una personalidad fuerte, Natalie aseguró que le gustan las experiencias extremas, aunque aclaró que “no aquellas que ponen en riesgo mi vida”.
Su personaje es una mujer que intenta liberarse de un mundo en el que está preocupada de complacer a todos. “Nina debe aprender cómo complacerse a sí misma. Y así es como va a encontrar el arte, porque en lugar de la escena de ella bajo los ojos de las demás personas, ella está creándose una visión del mundo a través de este placer. Sí, definitivamente toma un rol importante en su desarrollo”.
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